Generado en Europa en la década de los treinta del siglo
pasado, el arte cinético se estrena en público en 1955
con la exposición Le mouvement de París, donde par-
ticipan Calder, Duchamp, Soto y Vasarely, entre otros.
Más adelante, se crea en Italia el arte programado, que
añade a la poética del cinetismo un programa de cál
culo que permite la variación formal y cromática de las
secuencias representadas. Este será un paso definitivo
para la consolidación del género y su instalación en el
relato del arte del siglo XX.
Los artistas italianos de entonces producen objetos cinéticos
que se pueden manipular, con intervención manual
o mecánica, o bien obras que se mueven según el
punto de vista del observador. Este movimiento traspasa
las artes visuales e irrumpe en el cine la moda, la decoración
y todo lo que tenga que ver con visualidad. Su
auge se desarrolla entre la década del 50 y el 70, sin embargo
hoy vive un re apogeo y se revaloriza a través de
importantes muestras en diferentes lugares del mundo.
La presente muestra contempla a los autores más sobre-
salientes de aquel mítico movimiento, desde Bruno Munari,
precursor indiscutido del arte programada hasta
artistas que aún se encuentran plenamente vigentes. El
envío procede íntegramente desde Italia y también contempla
la exhibición de vestidos del destacado diseñador
Fausto Sarli, demostrando así la transversalidad de
este lenguaje